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¿Cómo la genética puede contribuir al triatleta?

¿Cómo la genética puede contribuir al triatleta?

Hablar de genética en triatlón o en deportes de resistencia puede sonar a «ciencia ficción» o simplemente tener la creencia de que poco influye en el rendimiento o en la prevención de lesiones del triatleta.

Gracias a los avances en la investigación del genoma humano y a su transferencia a nuestra realidad clínica o deportiva, es posible disponer hoy en día de una información que, a mi parecer, es «la clave» si lo que se busca es conseguir el mayor rendimiento deportivo del deportista o la mejor calidad de vida practicando este deporte durante muchos años.

El I+D+i en el ámbito de la genética aplicada a deportes de resistencia está teniendo un crecimiento exponencial, basta con cruzar en PubMed estos términos «genetic and resistance performance» para ver el aumento de publicaciones en los últimos años:

La mejora de la tecnología en cualquier ámbito de las ciencias de la salud o del deporte, es directamente proporcional al aumento del conicimiento de este y con ello, mejora también nuestra toma de deciciones.

¿Qué son los genes y cómo pueden influir en el triatleta?

Los genes son segmentos de ADN y para conocerlos basta con pensar en un puzzle de casi 30.000 piezas en la que cada una debe encajar perfectamente. Contienen información genética encargada de determinar las características y funciones de nuestro cuerpo, desde la capacidad para asimilar la cafeína o la creatina, hasta explicar porque un deportista presenta una mayor predisposición a las lesiones por sobre uso, como las fracturas de estrés o su mejor o menor capacidad para mejorar el VO2max.

Sin duda, conocer de cerca la predisposición del deportista puede ayudar en gran medida a realizar cambios nutricionales a partir de una nutrición de precisión, mejorar la suplementación en el caso de ser necesaria o planificar el entrenamiento en base a las fortalezas y debilidades del deportista con el fin de optimizar el rendimiento y/o prevenir lesiones.

El aspecto mas importante es quien hace la interpretación de la información del test. La mejor interpretación de un test genético aplicado al deporte de alto rendimiento o para la prevención de lesiones, no es tarea sencilla porque se debe tener en cuenta el cambio de la función de la proteína según la variante genética de impacto. Un profesional especializado de la biología molecular es el profesional indicado para sacar el máximo rendimiento a toda esta información compleja.

MySport es un test genético desarollado por el laboratorio Overgenes destinado a conocer el perfil genético del deportista agrupando la información en cuatro aspectos estrechamente relacionados, permitiendo conocer la capacidad de rendimiento en hipoxia, la composición del tipo de firbras musculares, la oxidación lipídica, la adipogénesis, el sistema ATP-CK, el riesgo de lesiones musculares, ligamentosas o tendinosas, fracturas de estrés y osteoartritis. Asimismo, el deportista tiene la posibilidad de averiguar si su genética le facilita aprovechar la energía proveniente de carbohidratos mediante el consumo de pasta, o si, por el contrario, es preciso buscar una fuente de alimentación diferente:

    1. Perfil de resistencia
    2. Perfil de fuerza
    3. Nutrición y regulación del peso
    4. Riesgo de lesiones

 

Particularmente en triatletas jóvenes, resultaría valioso entender su perfil genético con el fin de optimizar o potenciar aquellas características que puedan contribuir a una menor propensión a lesiones, especialmente las relacionadas con el sobreuso, como periostitis, edemas óseos y fracturas por estrés.

Otra información que un test genético puede aportar al triatleta es sobre la prevención de los calambres musculares. O’Conell et al. 2013,  identificaron por primera vez en 266 triatletas de larga distancia el gen COL5A1 rsl12722 como potencial marcador de los calambres musculares asociados al deporte. Estos resultados sugieren que los cambios en el tejido conectivo que contienen colágeno tipo V pueden modular directa o indirectamente el riesgo de calambres.

Una vez conozco mi genética a partir del test, ¿qué puedo hacer para mejorar mi rendimiento?

Tras la interpretación del test por parte de la biología molecular, se pautan las recomendaciones y actuaciones a seguir para mejorar tanto el rendimiento deportivo como la salud. Principalmente, la mejor se basa en la personalización del entrenamiento, la nutrición personalizada, la prevención de lesiones, la optimización del descanso y la recuperación y, la conciencia de los factores de riesgo para la salud.

Por ejemplo, un triatleta puede tener una mayor predisposición  para el desarrollo de su capacidad aeróbica en pruebas de larga distancia que para pruebas distancia sprint, se puede ajustar la dieta en base a su predisposición genética para optimizar mejor la obtención de energía a partir de ciertos alimentos. Por otro lado, se puede conocer cual es la mejor estrategia para la prevención de lesiones o para mejorar la calidad del sueño, lo que influye directamente en la capacidad de recuperación. Del mismo modo, permite conocer que tipo de suplementación deportiva es la mas eficaz en competición o durante la recuperación. Por último, algunos test como el de intolerancias Myi4, permite determinar el riesgo de sufrir intolerancia al gluten, lactosa, fructosa e histamina en un mismo análisis, clave para saber si los geles o barritas que se toman en competición sientan bien o no.

Espero haber aportado algo de información práctica sobre una temática que considero novedosa e importante pero sobre todo, tenga en cuenta la importancia de ponerse en manos de profesionales cualificados para interpretar este tipo de información.



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